viernes, 27 de mayo de 2016

Maria Hinojosa Montenegro y Ludovico Ensemble XXXIII Festival Ibérico de Música de Badajoz. Iglesia de San Andrés

                  
 La Lisboa de los preludios del XVIII, se encontraba retirada de la vida cosmopolita y el bullicio mundano de otras capitales europeas. Joao V se interesa por la cultura y envía a Roma algunos jóvenes músicos. Otros compositores acudieron atraídos por el floreciente fanal de cultura luso, la revitalización de la música profana dentro de la corte (vía Dona Maria Ana de Habsburgo) y las grandes celebraciones. Se huye del “iberismo” a la búsqueda de un lenguaje mas paneuropeo, con tránsito frecuente de compositores y enriquecimiento mutuo, compartiendo nuestro legado común. Se huye también del enfoque litúrgico para dar paso al dominio profano. Esta cancha “Joanina” se romperá ¿cómo no? por mediación de la política (Guerra de la Independencia).
 

“El Tajo Festivo. Música para la Corte de Lisboa”, es el título elegido para esta aventura fascinante de Ludovico Ensemble y la soprano Maria Hinojosa. El programa, trufado de obras no editadas, no grabadas, o interpretadas por primera vez, para satisfacción del aficionado. Recoge una selecta parte de la cultura “lusibérica” que se gestaba en la Corte de Lisboa en aquellos años. Todos los textos interpretados son de una profunda melancolía. Situando como tema central el amor no correspondido, el dolor o la nostalgia. El marco incomparable de la Parroquia de San Andrés; sin duda el más adecuado; para la introspección y añoranza que transmite esta música. Ludovico Ensemble trata de aplicar rigurosos criterios históricos para la interpretación. De ahí la frecuente afinación del chelo durante el concierto, sin duda con cuerda de tripa, tan delicada que se desafina con el medio ambiente. El uso de la tiorba y el clavecín, contribuyeron a crear esa atmósfera mágica y envolvente, propia del barroco. 


El Barón Emanuele d´Astorga, posee escasa biografía esclarecida. En 1723 se encontraba en Lisboa. “Cantate da Cámera”, es su única pieza publicada. Fue el último compositor en llevar a cabo las tradiciones de esta forma de música de cámara que perfeccionaría Scarlatti. Sus cantatas, (interpretadas en la época por Mariana Victoria de Borbón), son de estilo italiano puro: recitativos previsibles, sucesivos y arias da capo. Aunque influido por Scarlatti, su dominio de medios expresivos y su concepción de la música como transmisora e interprete de la palabra, para buscar una íntima unión entre poesía y partitura. De este compositor, la agrupación interpretó la cantata “Escucha, dueño mío”, cantata nº VII .y la Cantata nº V Filis que abrigas en tu pecho hermoso”

La Ausencia Me Condena” es una Cantata a Solo escrita por André da Costa. Sobrevive su obra del resto (perdida en el terremoto de Lisboa) en raros manuscritos como el “”Livro de Rusitados” (pLn 82) de las Colecçoes Pombalinas, que perteneció originalmente al académico y escritor Antonio de Alexandre. Son rarísimos ejemplares de obras de este género a cargo de compositores portugueses, compuestas para un público lisboeta estaba ávido de estas “Cantatas Humanas” para sus academias y saraos. Las cantatas de Astorga fueron publicadas en 1726 por el mismo Jaime de la Tê y Sagáu.
 

Jose Carlos de Seixas, clavecinista portugués. Parte en 1720 a Lisboa desde su cargo de organista en la catedral de Coimbra. Al año siguiente se le unió Scarlatti, obteniendo una influencia provechosa para ambos. Sus fraseados poseen de carácter irregular y melódico, con un lenguaje armónico claro y notable presencia del temperamento lusitano. Su obra es elegante y suave y posee inspiración melódica. Pueden encontrarse sus obras en la Biblioteca de Ajuda, Universidad de Coimbra y Biblioteca Nacional de Lisboa. Sus sonatas de carácter religioso se interpretaban en las iglesias, pero además acompañaba en el clave los cortesanos festejos. Su obra para teclado evoluciona de estructura bipartita hacia la tripartita, anticipando de este modo la sonata clásica. El clavecinista Fernando Miguel Jaloto, ejecutó con notable técnica y precisa digitación “Dos Sonatas para clave de Seixas”
Destacar la limpia ejecución en la guitarra barroca y la tiorba de Pablo Zapico, solventado con precisión la escasa potencia sonora que poseen estos instrumentos frente al conjunto.
 

Jaime de la Tê y Sagau. Compone las “Cantatas Humanas a Dúo”, que se publicaron en tres partes, encuadernadas en piel, dedicadas al “Serenísimo Señor Don Antonio, Infante de Portugal”. Sus cantatas se apartan poco del “Da Capo” habitual, atribuyendo a la primera parte una preponderancia desequilibrada en demérito de la segunda. El compositor busca una expresión dramática más amplia, apartándose del rigor de las “arias de número” barrocas, quizás inspirado por las cantatas de Scarlatti o Bononcini, no ateniéndose a formas fijas, constando de arias, recitados, coplas y otras secciones en orden variable y sin presentar grave final. Llega a Portugal en 1707. Su imprenta de música fue la más importante de la nación. Sus cantatas están ligadas a la estética del “estilo galant” (equivalente del rococó y originado en las galanteries de los clavecinistas franceses), sin embargo poseen una sorprendente libertad y estructura propias enriquecidas por los modelos, italiano e hispánico. Su cantata “Dolorosa Aprensión” representó la creación de este autor catalán en el concierto.
Giovanni Bononcini fue un notable violonchelista del barroco tardío. Miembro de una amplia familia de músicos. Tras abandonar Inglaterra por acusación de plagio, hizo giras por Paris y Lisboa muriendo en la pobreza. Sobre todo se interesó por la ópera. Representante del estilo napolitano, es junto a Scarlatti, el mayor representante del mismo. El termino violonchelo acababa de entrar en uso durante la década de 1660 en la música impresa boloñesa. La obra de Bononcini alteró la comprensión del cello, y fue escrita probablemente durante su adolescencia. Sus partituras superan en duración y nivel de virtuosismo a sus contemporáneos, con cambio de claves de escritura o pasajes en dobles cuerdas. Son mas parecidas a las sonatas de Benedetto Marcello y Vivaldi que a lo que se estilaba en Bolonia en aquella década en que se compusieron. Incluso son más largas y difíciles que las de éstos. A Giovanni Bononcini le gustaba utilizar “da capo”, cosa que los venecianos no hacían. Compuso doce sonatas sin fecha con estructura de cuatro movimientos. La sonata en cuatro movimientos fue una codificación del siglo XVIII, por lo que se especula con distintas posibilidades para las fechas, y la posibilidad de que las piezas fueran compuestas para “violoncelle da spalla”, instrumento que pareció dominar el compositor. Su “Sonata para Violonchelo” fue desgranada con técnica certera, digitación precisa y enorme sensibilidad en sus cuatro tiempos por Diana Vinagre, regalando uno de los momentos de mayor emoción del concierto con esta hermosa partitura.
Domenico Scarlatti llega a Lisboa (1733) y su primera actuación es como cantante, acompañado al clave por la archiduquesa Doña María de Habsburgo, reina de Portugal. Por esa misma fechas acuden a Lisboa atraídos por el floreciente amor a la música: Bononcini, el Barón Enmanuelle d´Astorga y Jaime de la Tê y Sagáu (Cantatas Humanas) con su imprenta musical.
La música de Scarlatti era esencialmente clavinetística. La textura de sus sonatas es homofónica, con frecuentes y súbitos cambios de sonoridad y textura. La interpretación; precisa y colorista; de la soprano Maria Hinojosa de la cantata a voce sola “A sei troppo infelice”, reveló en su interpretación ese barroco más cristalino, de variedad rítmica y adornos más efectistas, frente a la melancolía y ascetismo de los otros compositores interpretados.
Como colofón y respuesta a los intensos aplausos del público, la agrupación regaló el “plato fuerte” con la interpretación de la hermosa Aria escrita por Händel para la ópera Rinaldo: Lascia ch´io pianga. Nunca deja de sorprender la “aparente” sencillez de esta obra, casi una nana melancólica, dotada de una belleza atmosférica, de un vaivén suave e intenso, con supremacía de la melodía, donde el acompañamiento armónico se mantiene en segundo plano, para no velar el conmovedor discurso. Denominada en principio “Lacia la spina cogli la rosa”, lo cual da lugar a confusiones entre los aficionados, fue modificada para el segundo acto de Rinaldo, aunque en su origen era una “Sarabanda”, un instrumental de la ópera Almira. La música no grabada duraba escasamente en la memoria del respetable, lo cual permitía el reciclaje por parte de los autores y que puedan ser escuchadas como piezas independiente (a lo cual contribuye la universalidad de este texto). Extendida entre el público debido al éxito de la película “Farinelli”, en la cual era cantada en el momento cúlmen, ha sido versionada por múltiples intérpretes.




Lascia chío pianga
Mia cruda sore, e che sospiri
La libertá

<<Déjame Llorar>> fue desgranada por el potente y versátil instrumento de Maria Hinojosa, con un nivel de afinación y sensibilidad extremos. Modulación certera, límpida emisión y amplio registro. Apoyada en los silencios de corchea. En esas cesuras buscando el símil de un suspiro para construir la arquitectura sonora de este lamento sublime, de este sollozo profundo. Hermoso colofón esta aria escrita para la tesitura de los “castrati”, capaz de producir la catarsis del oyente y elevarlo a esa poética “libertá “solicitada en la letra. Durante el concierto, la soprano desarrolló gestualmente la interpretación del texto. Recurso a nivel dramático tan al uso del barroco. Esta obra encierra el estilo de la época, que usaba frases melódicas simples a las que se podía agregar adornos de todo tipo. Sin duda una de las grandes obras del mundo de la ópera. Sin duda, también, una interpretación de lujo. Felicitaciones a la Sociedad Filarmónica de Badajoz por programar actos de un nivel cultural y artístico tan enriquecedores y satisfactorios.



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